Los Knicks en problemas

En el deporte existe un lugar aciago, un hueco muy hondo donde todo lo que está a su alrededor y por encima está cubierto por las nubes más negras que puedan existir. Esas nubes acampanadas coquetean y por varios segundos dejan ver los rayos del sol, como una victoria, pero al mismo instante todo se nubla, llevando a la derrota.

Los New York Knicks andan en el carril izquierdo de ese camino tras su último revés la noche del domingo, que extendió la cadena de derrotas a nueve partidos, la más larga desde el 2006. Una época recordada como un caos: la despedida de Larry Brown, una demanda en contra del Madison Square Garden e Isiah Thomas, los contratos malos que se regalaban y 49 derrotas.

Carmelo Anthony todavía piensa que el equipo está lejos de entrar a un "lugar oscuro" pero tal parece que el equipo le está poniendo leña al fuego porque creen que los jugadores entran a la cancha con la derrota en la cabeza en vez de pensar que al final de los 48 minutos saldrán con los brazos alzados en señal de victoria.

"Creo que ahora mismo estamos jugando para perder en lugar de jugar para ganar", señaló el alero después de la derrota ante los New Orleans Pelicans, 103-99.

"Cuando pierdes partidos de la forma en que lo hemos estado haciendo en casa y de visita, te pones a pensar mucho. Empiezas a jugar un poco tenso. Comienzas a jugar con descuidos".

J.R. Smith está siendo una de las mayores decepciones de la temporada en unos New York Knicks que estaban llamados a la gloria y no levantan cabeza en lo que llevamos de campaña. El escolta del conjunto de la Gran Manzana ha dejado su puesto de reserva en el equipo, el año posterior al ser nombrado ‘Mejor Sexto Hombre’, y está firmando sus peores porcentajes de tiro de toda su carrera en la NBA. Smith está promediando 33.1% en tiros de campo, 36.6% en tiros de dos puntos y 29.6% en triples. Sin embargo no tiene ninguna intención de empezar a seleccionar mejor sus lanzamientos a canasta.

“Si hay algo que no voy a dejar de hacer es tirar a canasta. Puedo intentar hacer mejores a mis compañeros y buscar a los hombres abiertos, pero no pienso dejar de tirar”, comentó el escolta. “Sé que no estoy jugando bien, pero no voy a dejar de ser yo mismo”.